Esta estatua artesanal de Nkisi Nkondi proviene de la tribu Bakongo, en la actual República Democrática del Congo. Tradicionalmente utilizada en rituales espirituales para sellar juramentos, proteger a las comunidades e identificar a los malhechores, la figura tiene clavos incrustados, cada uno de los cuales simboliza un pacto o una invocación. Los espejos en los ojos y el estómago representan un portal al mundo espiritual, permitiendo a las fuerzas ancestrales ver las amenazas ocultas. Aunque ya no se utiliza para rituales, esta antigua escultura de madera se erige como una poderosa pieza del patrimonio tribal africano. Una impactante adición a cualquier hogar, galería u oficina, que aporta profundidad cultural y un carácter visual audaz.
